nochecita porteña

se siente tan bien no hacerle caso a los nudos en la panza.
 decirles que no importa.
me sentía perdida; en el medio de la nada absoluta y cada casa, cada plaza a mi alrededor se desmoronaba si yo así lo deseaba. jamás pude salir de ahí, jamás yo sola.  la mezcla entre lo cálido y lo frío deje de entenderla al quinto vaso de cerveza. mi cuerpo se lleno con tanto humo que todo tenia un gusto nuevo y lo que mas recuerdo es el calor de la salamandra. se podían ver las ideas revoloteando entre las lamparitas de colores y las cortinas de plastilina. se podía verte bailando como si la música te atravesara.
es que sonreías tan raro y tomabas tanto whisky

No hay comentarios:

Publicar un comentario